Quería

Quería escribirte una carta a mano con versos aún no pronunciados por los poetas, con un dibujo ocupando media página del A4 cuadriculado. Y en la ligereza de mi mente surgen pensamientos y dilemas en torno a la simpleza existencial sobre situaciones que han determinado el deterioro de la humanidad, la miseria, la vanagloria, la vanidad y el desconsuelo…
Apago la tele para no distraerme con el noticiero y vuelvo al intento de carta. Me quedo mirando el papel en blanco incapaz de unir dos sílabas que materialicen grafismos con lo que quiero decirte. O quizás ya no haya nada que de sentido a dos palabras juntas, que todas las letras se han difuminado en las lágrimas que derramé en el papel del último verso que te envié hace 90 días.